jueves, 18 de septiembre de 2008

leer textos a los niños fomenta su hábito por la lectura


La lectura nos acompaña durante toda la vida desde que nacemos estamos insertos en un mundo letrado, por eso es fundamental fomentar en los niños que se inician en ella el guasto por leer.

TERCER ARTÍCULO ANALIZADO





El rol de los padres en la formación de un niño lector


Muchas veces los padres solicitan de nosotros, los docentes, consejos para incentivar en sus hijos el gusto por la lectura y otras, simplemente, se resignan a decir que a los niños no les interesa leer.


Es innegable que en esta época de video-juegos e internet resulta bastante difícil suponer que los alumnos, en especial siendo adolescentes, se refugien en los libros para buscar fuentes de entretenimiento o placer.


El hábito de la lectura, como todo hábito, no se adquiere por arte de magia, sino que es el resultado de una serie de factores que interactúan en la creación de un ambiente propicio para la formación del niño lector. Y estos factores o condiciones determinantes, que enumeraré a continuación, deben nacer del seno familiar.


a) La presencia de libros en los hogares, como así también su valoración y uso cotidiano contribuye a establecer en el niño vínculos intrínsecos con el hábito de leer. Es natural que el pequeño empiece por imitar a sus padres, aunque tome el texto al revés, cuando estos están leyendo.


Los adultos, que dedican poco tiempo a la lectura, se encuentran en desventaja a la hora de exigir a sus hijos que se aboquen a ella.


Por lo tanto el primer paso para los padres es concientizarse sobre el valor del hábito de leer y, una vez logrado, tratar de servir de modelo a sus propios hijos.



b) Aunque resulte difícil debido al ritmo vertiginoso en que actualmente se vive, es imprescindible que los papás dediquen parte de su tiempo a compartir los momentos de lectura con sus niños. En la infancia es necesario leerles con la mayor expresividad y elocuencia posible para que el pequeño , al escuchar, desarrolle su imaginación; más adelante cuando el niño ya se ha convertido en un lector independiente bastará con participar o intervenir en comentarios que permitan corroborar si ha comprendido lo leído.


Hay que tener siempre presente que la lectura, además de un hábito, es una actividad intelectual que se manifiesta claramente al interpretar el texto y reconstruir su significado.


c) Es conveniente, además, destinar en la casa un espacio apropiado para los libros. Este puede variar desde una valiosa biblioteca a una simple repisa. Lo importante es que los pequeños adviertan que estos huéspedes ilustres tienen su propio sitio en el hogar.


d) Seleccionar los libros de acuerdo con el gusto y la maduración del niño es otro de los requisitos a tener en cuenta.


En la etapa preescolar son aconsejables los libros con coloridas y elocuentes ilustraciones, con textos rimados, de los que se desprenda cierta musicalidad y con frases reiteradas que estimulen la memoria del pequeño y le permitan incorporar nuevo vocabulario.


Posteriormente, y en la medida en que el educando va creciendo, son apropiados los cuentos maravillosos poblados de hadas, duendes que despiertan en ellos su capacidad de asombro y su imaginación.


Más adelante, entre los siete y once años, cuando el niño ya se desempeña como lector independiente, resultan apropiados los textos narrados, en los que abunda la fantasía mezclada con elementos moralizantes y de humor como las fábulas, mitos, leyendas.


En la pubertad son recomendables las novelas de aventura, en las que el protagonista es un niño o un animal. También se sienten identificados con aquellas obras que reflejan su propia realidad.


A partir de la adolescencia, además de los cuentos fantásticos y de ciencia-ficción, otros géneros despiertan el interés de los jóvenes. Artículos, revistas, fascículos referidos a distintos temas se convierten en el centro de sus lecturas.


Cabe destacar que en la selección de las obras debe siempre prevalecer el gusto de los niños. La lectura tiene que resultar una actividad formativa y placentera; jamás, en el ámbito hogareño, debe ser tomada como un hecho obligado o impuesto como castigo.


e) Deseo dirigir esta última reflexión a todos los papás amigos de internet. Tengan siempre presente que la base del aprendizaje es la lectura. Hay que procurar que internet no cambie el hábito de los niños ni tampoco el de los adultos.


Son indiscutibles las ventajas que este medio puede ofrecer; pero también deben advertir que la información que se puede bajar por un ordenador, sólo es provechosa si se la interpreta correctamente. Un buen lector podrá lograrlo fácilmente.


Por otra parte, es conveniente que los papás controlen la información a la que puedan acceder sus hijos, ya que no todo lo que se encuentra en la red está destinado a ellos.


Finalmente, y a modo de corolario, quiero expresar, en mi condición de docente, que conectar las escuelas a internet no debe ser, por ahora, prioridad en nuestra Educación, sino equiparlas de buenas bibliotecas, provistas de ejemplares suficientes como para satisfacer las necesidades de todos los educandos.


Cuando los niños leen bien, aumenta increíblemente su aprendizaje durante sus vidas y surge un potencial bastante grande en el futuro de su desarrollo. Pero cuando sucede lo contrario y los niños leen muy pobremente, se les cierran las puertas, lo mismo que las posibilidades, la escuela y el aprendizaje se vuelven más bien una carga o algo peor. Como resultado, los niños que no saben leer bien, cuando sean adultos, van a sufrir. La investigación demuestra que existen condiciones bajo las cuales a los niños les llega a gustar la lectura, y dichas condiciones se deben aprovechar desde muy temprano.


La Dra. Rebecca Novick, investigadora de los Laboratorios Educativos Regionales del Noroeste, y dedicada a la investigación de la educación infantil, juntó toda clase de investigaciones sobre lectura durante el tiempo de los años preescolares y de primaria. Ha puesto las cosas que encontró en un libro llamado Aprendiendo a Leer y a Escribir -- Un lugar para Comenzar.


Existe mucha evidencia, dice Novick, para demostrar que las familias que le dan importancia a la lectura, escritura, y a la forma de hablar, ofreciendo amplias y calurosas oportunidades para la lectura de libros de cuentos, tienden a crear hijos que desde muy temprano son niños competentes en la lectura. Es fácil ver por qué es esencial que las familias y los demás encargados del cuidado de los niños, se esmeren en crear un ambiente donde se goce de las lecturas y donde se compartan los libros.


Y, aconseja Novick, nunca es demasiado temprano para empezar a leerles a los niños. Por ejemplo: los dibujos brillantes y de mucho colorido fascinan aún a los mismos infantes que apenas están aprendiendo a enfocar sus ojos. Y aún antes de que sus ojos puedan enfocarse, el sonido de la voz de quien está leyendo atrae la atención del bebé.


A la edad de cuatro o seis meses, los infantes pueden enfocar su vista en los dibujos, y se empieza a desarrollar la coordinación de sus ojos con las manos. Este es un buen tiempo para introducirlos a los libros señalándoles las cosas. Al final del primer año, muchos infantes pueden señalar esas mismas cosas ellos mismos. Este es un paso muy importante en el aprendizaje del lenguaje.


Los libros cortos y familiares tienen mucho atractivo para los niños. El ritmo y la repetición de los poemas para infantes, por ejemplo, hacen que los niños sientan como si las palabras y los sonidos fueran sus amigos. Conforme leen una y otra vez sus libros favoritos, se desarrolla otro paso importante, el de juntar el sonido de la palabra con la palabra escrita. Los ritmos y los sonidos que los niños gozan cuando son infantes llevan consigo un valor mayor de alegría: les ayuda a construir su sensibilidad hacia los fonemas, un conocimiento crítico en el aprendizaje de la lectura.


Los niños antes de ir a la escuela necesitan de cercanía y cariño. El calor, el compartir personal de uno mismo con un libro y con su niño fomenta en los niños el amor a la lectura. Es buena idea dejar que los niños lleven la pauta en la lectura, dejándolos que escojan los libros y los lugares donde quieran leer. Hay que ser muy generosos en el tiempo que se les dé a los niños para que vean bien los dibujos; así es cómo van aprendiendo pistas del cuento que van leyendo.


El ambiente de familiaridad que se va desarrollando en los niños cuando se comparten cuentos con adultos que se preocupan por ellos es el mejor regalo que las familias y quienes cuidan de los niños, pueden ofrecerles a los niños, ayudándolos a emprender un excitante viaje en la carrera de su aprendizaje.



Susana B. González
Profesora y Licenciada en Letras


www.educar.org/articulos/roldelospadres.asp


ANALISIS CRÍTICO DEL ARTICULO


En la actualidad la mayoría de los niños que comienzan a leer se encuentran rodeados de una serie de estimulos que los distraen del leer textos, estos son internet, cable, videojuegos y otros tipos de avances tecnológicos, alejan a los niños de los libros. Tal como lo señala la autora del texto en su segundo párrafo "resulta bastante difícil suponer que los alumnos, en especial siendo adolescentes, se refugien en los libros para buscar fuentes de entretenimiento o placer. " aquí ella señala claramente que estas nuevas entretenciones que se han incorporado con la tecnología dificultan el hecho que los niños y jóvenes se dediquen a leer un libro como entretención.


Por lo tanto puedo decir que es crucial que los padres comprendan que el hábito de leer se aprende y por lo tanto se debe estimular pues de lo contrario el niño sólo leera por obligación y no por el gusto de leer.


Para poder estimular este gusto por la lectura se deben tener en cuenta que los padres deben fomentar el leer cuentos, historias, envases de productos a los niños con el objetivo de que si ellos ven que sus padres lo hacen ellos tenderán ha hacer lo mismo.


Otra forma de incentivar la lectura de textos es utilizar la tecnología como internet para buscar libros novedosos para los iños que se adapten a sus intereses y sacien sus necesidades de conocer el mundo que los rodea.


por lo tanto para concluir es muy enriquecedor para los niños leer y compartir extos con la familia donde ellos también puedan dar su opinión y expresarse sobre lo que leyeron, y esta habilidad les servirá enormemente para así interrogar, producir y comprender textos que se le presenten en su vidad diaria y a lo largo de toda ella.











lunes, 1 de septiembre de 2008

ANALISIS CRITICO SEGUNDO ARTÍCULO






Beneficios de la lectura


La lectura no sólo aumenta el bagaje cultural, sino que también
colabora en la generación de información, estimula la curiosidad
intelectual y científica, despierta aficiones e intereses, desarrolla la
capacidad de análisis y el espíritu crítico.
Al leer, el sujeto puede llegar a vivenciar emociones que lo
llevan más allá de la mera comprensión textual. Siendo así, la relación
entre la lectura y el rendimiento intelectual se estrecha pues ésta
inclusive influye en el desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje a
través de la potenciación de la expresión oral y escrita, tornándolo
más fluido. Además de estos beneficios, la lectura facilita la expresión
del pensamiento.
La lectura no es un acto que se ejecute sin esfuerzo, al contrario:
leer implica concentración y fomenta el esfuerzo, puesto que le exige
al sujeto una participación activa y dinámica. De esta forma el lector
potencia su capacidad de análisis, de observación, de atención y de
concentración, lo cual facilita la recreación a través de la fantasía y el
desarrollo de la creatividad, puesto que durante la lectura se recrea
y vivencia aquello que el escritor ha creado para el lector. Entralgo,
(1988), en la obra “La lectura, arte de ser hombre” señala: “Todo
cuanto un hombre lee es por él personalmente recreado, vuelto a crear
(...). Pero el lector, además de recrear, se recrea, se crea a sí mismo de
nuevo, vuelve a crear su propio espíritu” (Lázaro Carreter, 1988).
La lectura dista mucho de ser un proceso pasivo: todo texto,
para ser interpretado, exige una activa participación del lector. El texto
escrito entrega sólo lenguaje, al margen de cualquier situación. A partir
de ello el lector reconstituye las palabras, las escucha como si existieran
al darles un ritmo y una entonación que él inventa. Al leer se crean
imágenes sobre la base de experiencias y necesidades propias. El lector
se limita a reproducir el código del emisor: aplica sobre lo leído sus
propios códigos interpretativos, lo cual le permite extraer significado
de acuerdo con su manejo previo del lenguaje y con su dominio de los
contenidos. En cambio, el que mira las imágenes de televisión tiene que
aceptar las imágenes impuestas sin elaborar sobre ellas transformaciones
creadoras. Por el hecho de constituir medios de difusión masivos, los
medios audiovisuales proveen una información gruesa, al alcance de
todos. Esa selección para todo público impide profundizar en los detalles,
en los matices, en las diferencias sutiles. Así la verdadera profundidad
en relación en los personajes y a los sucesos sólo puede darla la lectura.
Es difícil concebir que la televisión pueda transmitir toda la riqueza
analítica de un libro, aunque represente con fidelidad la anécdota de la
novela y la encarne adecuadamente en situaciones y personajes.



ANALISIS




la lectura permite a las personas apropiarse culturalmente, además de adquirir y percibir una gran cantidad de emociones o posturas que el autor quiere que nosotros como lectores tomemos.


Muchas veces leemos porque nos vemos obligados a hacerlo, tenemos una prueba, tenemos que hacer un trabajo o cualquier otra actividad, pero muy pocas veces lo hacemos por placer.


la lectura nos permite transportarnos a mundos fántasticos, lejanos o que acontecierón hace décadas, es por esto tal como el texto lo plantea debemos leer con mas frecuencia, al analizar el siguiente parráfo "La lectura no es un acto que se ejecute sin esfuerzo, al contrario:
leer implica concentración y fomenta el esfuerzo, puesto que le exige
al sujeto una participación activa y dinámica
." podemos ver que si bien en un principio no tenemos el hábito de leer nos va a costar debido a que no es algo simple, mientras leemos estamos realizando una seri de movimientos sárcadicos involuntarios, estamos concentrados para así poder entender el texto que leemos.


Por eso es mucho mejor leer las noticias en un diario que verlas a través de la televisión, porque muchas veces dejamos de lado esa concentración e imaginacion que nos proporciona el acto de leer y nos limitamos a observar nada mas