
La lectura uno de los principales problemas en el Chile actual
La educación en Chile
De todos es sabido el mal pie en que se encuentra nuestra educación y esta situación estructural, por desgracia, no es de ahora, sino que se arrastra desde hace décadas. Sólo en el presente, a raíz de supuestas mejoras sustanciales esperadas en la última década, producto de reformas de fondo que, se suponía, apuntaban a soluciones totales, confrontadas éstas a recientes evaluaciones, tanto locales como internacionales, no sólo se ha vuelto a la triste realidad en que estamos como país, sino que no se vislumbran a corto o mediano plazo soluciones verdaderas eficaces y eficientes.
Se ha señalado como una de las causas de malos resultados, al nivel de preparación existente de los Maestros, aún cuando, en general, los docentes e investigadores, en su calidad de formadores de Maestros de nuestros centros universitarios, han mostrado una capacidad, reconocida incluso fuera de nuestras fronteras. Lo mismo ocurre con sus similares extranjeros en todo el mundo occidental, de los cuales se nutren en lo medular, nuestros científicos en la materia. Cabe entonces preguntarse el por qué de las grietas estructurales en cuanto a que las reformas no están funcionando -y se reitera- desde hace tiempo, con distintos modelos y corrientes, cuya puesta en funcionamiento, por mucho que requiera de tiempo para apreciar ciertos resultados, los mismos debieran mostrar ciertas señales y tendencias, para saber qué tan bien o tan mal vamos por el camino trazado. Desafortunadamente, las señales que derivan de nuestro status, son doblemente preocupantes, una por los resultados en si mismo, tan desalentadores y otra, porque tanto de las declaraciones gubernamentales de quienes fijan y apoyan políticas para revertir nuestro lastimoso nivel actual, como de los mismos estamentos universitarios, no se aprecian rectificaciones de enfoques estructurales, sino justificaciones gubernamentales discutibles e inaceptables y una peligrosa tendencia a "más de lo mismo" de parte de muchos investigadores, es decir, la insistencia a proponer un conjunto de medidas aparentemente de fondo, pero que a la larga pueden resultar en el mantenimiento de los sonados fracasos que hoy presenta nuestra educación. Producto de lo anterior y ante la actual preocupación por casi toda la comunidad relacionada al tema, abundan las opiniones y sobran los "hablantes", con soluciones y orientaciones "macro" por todos archisabidas, pero se omite por alguna razón un necesario "mea culpa" de parte de muchos investigadores y docentes, en cuanto a la adopción y/o adaptación de tendencias y modelos y su aplicación metodológica, que nos lleven finalmente a una solución radical-estructural de nuestra educación escolar. Por los resultados a la vista, se aprecia una evidente falta de "roce de aula" en muchos de ellos, lo que se traduce en dudosas metodologías de enseñanza en los primeros niveles de Básica.
La situación general remedial, que de hecho existe, por una parte, se ha politizado y por la otra, se ha extraviado el rumbo y los enfoques que apunten a medidas concretas, referentes ya no tanto a qué se debe hacer, repetido por muchos hasta la majadería, sino más bien, enfatizar en cómo hacerlo frente a determinadas materias y medidas y es aquí donde se observa una carencia de propuestas concretas y la constatación del rumbo extraviado del oficialismo, por la vía de su mentada reforma. En efecto, desde el Gobierno, se observa una alarmante actitud defensiva, y una falta de liderazgo evidente. Se insiste, con precipitación, en algunos personeros y con lujo de ignorancia en otros, en atribuir los magros resultados sólo "al pobre capital intelectual de los hogares chilenos" o a la condición social de pobreza de un sector mayoritario de ellos, lo cual ya ha sido desmentido categóricamente tanto por estudios como por experiencias locales, en la que se prueba que la pobreza influye, pero no es determinante, referente a rendimientos a obtener con estudiantes de los estratos de más escasos recursos. Y se reitera la política del MINEDUC a mejorar los sistemas de medición y evaluaciones, dentro de lo que pareciera una "cultura de evaluación de fracasos". Del resto, muy poco o casi nada, en cuanto a traspaso de lineamientos metodológicos concretos a los docentes, limitándose a decir sus voceros, que hay que centrarse más en las actividades dentro del aula, como si a eso no se le diera énfasis, desde hace décadas. No se aprecia una clara diferencia entre lo urgente y lo importante y cómo abordar ambos criterios en plazos determinados.
De parte de los estamentos universitarios, se tiene más que clara la situación, a través de diversos diagnósticos, pero sus recomendaciones, en general, carecen de un enfoque creativo, que permita revertir el estado actual. De lo leído recientemente en la prensa escrita, se insiste en enfatizar, por ejemplo que la reforma es socialmente injusta, frente a la realidad de los Colegios particulares y municipales y lo será, en tanto los docentes de éstos últimos estén mal remunerados, poco incentivados y peor preparados en su quehacer diario. Pero, aún cuando, se sabe que los factores de retardo son variados y complejos, el problema real de partida -algo que en general, no han enfatizado muchos entendidos- está en la aplicación de metodologías de enseñanza en el aula, pues existe un consenso casi generalizado que la situación de los malos resultados, no pasa por la falta de recursos. Como ejemplo de lo anterior y de un mal trabajo en los Colegios, se culpa a los textos escolares, en cuanto a calidad de contenidos, pero lo que verdaderamente debiera revisarse está en el enfoque metodológico de los mismos y eso es responsabilidad de docentes e investigadores, más que del Gobierno, que elige, bien o mal, entre las distintas ofertas existentes en el mercado. Pero donde desde nuestra perspectiva, está la raíz de los problemas de fondo de nuestra educación, es en la aplicación primera y errada de modelos, sistemas y metodologías de enseñanza en la lecto-escritura. Todo parte de ahí: no comprendemos los textos, porque nuestros niños, en general, más que leer -que implica finalmente comprender- se dedican y sólo son capaces de decodificar ciertas oraciones, debido a los actuales modelos en boga. Y especialmente, nuestros niños (también los adolescentes y adultos semianalfabetos) no comprenden porque se parte de enseñarles mal a leer y luego a escribir. Las fallas de fondo, son variadas y se centran en que al alumno no aprende bien a leer desde el principio, porque no se le inculca la verdadera fonética o sonidos de nuestro alfabeto, tal como los pronunciamos.
Bien sugería el científico francés Alfred Tomatis, que la base del desarrollo cognitivo está en saber escuchar ciertos sonidos. Lo anterior explica la pésima pronunciación y modulación de nuestro idioma. Se insiste en la instrucción de estos signos por su nombre y todos los modelos tradicionales vigentes en el país, son reiterativos en enseñar la lectura partiendo de palabras, frases o incluso de oraciones, para después "sacar" u obtener una letra de esas palabras, con lo cual, luego de numerosos ejercicios, el proceso lector se hace lento, tedioso y complejo para el alumno, comenzando a quedar disléxicos en el camino y las justificaciones de "promociones automáticas" que tanto daño han hecho al país y que explican nuestra lastimera situación en las evaluaciones de lectura comprensiva.
En general, se parte enseñando la lectura, al revés de los postulados de la ciencia: de lo complejo (palabras, frases) a lo simple (letras) y eso explica la confusión en cuanto a comprensión, el gasto de recursos innecesarios en trasladar disléxicos a escuelas "especiales" y el tiempo en esperar resultados. Se ha exagerado en la aplicación de criterios y sistemas "lingüísticos" y "psicolingüísticos", responsables, en parte, de los bajos niveles de lectura comprensiva y responsables -cuando se aplican- de la aparición de niños disléxicos, que necesitan ver, escuchar y aprender el sonido real de la letra aislada y no discriminarla dentro de una "mazamorra" de ellas, que es lo que lo confunde y le "gatilla" esta disfunción, que de hecho, bien tratada, es temporal. Se dan también casos de "tunantería psicolingüística", referente a la supuesta "inmadurez" diagnosticada de niños en edad pre-escolar, lo que constituye una muestra de cómo hoy en día, se parte confundiendo a muchos niños y a sus Padres, con enfoques y lineamientos errados. Y este punto de mala partida es comparable a la concepción de un mal diseño, donde toda actividad que se haga "a posteriori", marchará mal, porque el diseño no es bueno. Lo anterior explica también por qué los malos resultados en matemática, pues antes de lidiar con ellas se deben leer y comprender las instrucciones y leyes que la rigen. La escritura es otro desastre, puesto que no hay lineamientos claros respecto a privilegiar la escritura manuscrita, observándose al escribir, en nuestros adultos jóvenes, una mezcla de letras imprenta y manuscritas, sin estilos caligráficos definidos.
Hasta en tanto no enseñe a leer y escribir correctamente con metodologías renovadas y eficaces, todos los esfuerzos y acciones, tendrán un efecto cosmético y cualquier fomento planificado a la lectura será de poco impacto, si se mantienen los bajos niveles de comprensión e inferenciación, factores que deben atacarse desde el Primer Año Básico. De corregirse lo anterior, y sólo de este modo, podremos entrar en forma segura a la educación del mañana, que como planteaba Morton Grosser (1994), científico del MIT, en EE.UU., no debe consistir sólo en inyección de tecnologías, sino en viabilizar el acceso a ese tipo de conocimientos, no tanto entregando más cosas, sino "quitando barreras, que permitan descubrir habilidades" y enseñando a pensar creativamente a nuestros niños, estando convencidos quienes enseñan, que los que ellos lean, lo comprendan, como base para la construcción de nuevos y sólidos conocimientos.
http://www.aliciagonzalezopazo.cl/sl_articulo.htm
ANALISIS CRÍTICO DEL TEXTO
La educación en nuestro país tal como lo señala el texto aún tiene grandes brechas que no se pueden superar en comparación a otros paises, una de las posibles causas de este gran problema se da en la universidades donde la preparación de los docentes no es lo suficientemente rígida, muchos alumnos no asisten a clases que son cruciales para su formación docente generando un profundo vacío en sus conocimientos, además de existir con gran frecuencia una actitud de poca preocupación por las asignaturas, donde se deja todo para última hora o se consigue en cursos superiores. Pese a todo lo señalado tampoco se debe generalizar al respecto debido a que siempre hay excepciones, pero aún así estas causas nombradas con anterioridad afectan sin lugar a dudas en el desempeño profesional y por ende en los alumnos.
Por otra parte los alumnos presentan ciertas dificultades para comprender textos lo que dificulta el aprendizaje, en los primeros años los niños se dedican mas a decodificar que a entender lo que aparece en el libro cuando esto no debiera ser así, este es un gran error que se da con frecuencia en el aula y que debiera cambiar y abordarse desde los primeros años de escolaridad.
Para finalizar puedo decir que el nivel económico no debe influir en la calidad de los aprendizajes de los alumnos, debido a que todos son potencialmente capaces de llegar lejos. Los profesores deben ser innovadores y facilitadotes de aprendizajes sobre todo en el área de lenguaje que es crucial en la vida de los niños
La educación en Chile
De todos es sabido el mal pie en que se encuentra nuestra educación y esta situación estructural, por desgracia, no es de ahora, sino que se arrastra desde hace décadas. Sólo en el presente, a raíz de supuestas mejoras sustanciales esperadas en la última década, producto de reformas de fondo que, se suponía, apuntaban a soluciones totales, confrontadas éstas a recientes evaluaciones, tanto locales como internacionales, no sólo se ha vuelto a la triste realidad en que estamos como país, sino que no se vislumbran a corto o mediano plazo soluciones verdaderas eficaces y eficientes.
Se ha señalado como una de las causas de malos resultados, al nivel de preparación existente de los Maestros, aún cuando, en general, los docentes e investigadores, en su calidad de formadores de Maestros de nuestros centros universitarios, han mostrado una capacidad, reconocida incluso fuera de nuestras fronteras. Lo mismo ocurre con sus similares extranjeros en todo el mundo occidental, de los cuales se nutren en lo medular, nuestros científicos en la materia. Cabe entonces preguntarse el por qué de las grietas estructurales en cuanto a que las reformas no están funcionando -y se reitera- desde hace tiempo, con distintos modelos y corrientes, cuya puesta en funcionamiento, por mucho que requiera de tiempo para apreciar ciertos resultados, los mismos debieran mostrar ciertas señales y tendencias, para saber qué tan bien o tan mal vamos por el camino trazado. Desafortunadamente, las señales que derivan de nuestro status, son doblemente preocupantes, una por los resultados en si mismo, tan desalentadores y otra, porque tanto de las declaraciones gubernamentales de quienes fijan y apoyan políticas para revertir nuestro lastimoso nivel actual, como de los mismos estamentos universitarios, no se aprecian rectificaciones de enfoques estructurales, sino justificaciones gubernamentales discutibles e inaceptables y una peligrosa tendencia a "más de lo mismo" de parte de muchos investigadores, es decir, la insistencia a proponer un conjunto de medidas aparentemente de fondo, pero que a la larga pueden resultar en el mantenimiento de los sonados fracasos que hoy presenta nuestra educación. Producto de lo anterior y ante la actual preocupación por casi toda la comunidad relacionada al tema, abundan las opiniones y sobran los "hablantes", con soluciones y orientaciones "macro" por todos archisabidas, pero se omite por alguna razón un necesario "mea culpa" de parte de muchos investigadores y docentes, en cuanto a la adopción y/o adaptación de tendencias y modelos y su aplicación metodológica, que nos lleven finalmente a una solución radical-estructural de nuestra educación escolar. Por los resultados a la vista, se aprecia una evidente falta de "roce de aula" en muchos de ellos, lo que se traduce en dudosas metodologías de enseñanza en los primeros niveles de Básica.
La situación general remedial, que de hecho existe, por una parte, se ha politizado y por la otra, se ha extraviado el rumbo y los enfoques que apunten a medidas concretas, referentes ya no tanto a qué se debe hacer, repetido por muchos hasta la majadería, sino más bien, enfatizar en cómo hacerlo frente a determinadas materias y medidas y es aquí donde se observa una carencia de propuestas concretas y la constatación del rumbo extraviado del oficialismo, por la vía de su mentada reforma. En efecto, desde el Gobierno, se observa una alarmante actitud defensiva, y una falta de liderazgo evidente. Se insiste, con precipitación, en algunos personeros y con lujo de ignorancia en otros, en atribuir los magros resultados sólo "al pobre capital intelectual de los hogares chilenos" o a la condición social de pobreza de un sector mayoritario de ellos, lo cual ya ha sido desmentido categóricamente tanto por estudios como por experiencias locales, en la que se prueba que la pobreza influye, pero no es determinante, referente a rendimientos a obtener con estudiantes de los estratos de más escasos recursos. Y se reitera la política del MINEDUC a mejorar los sistemas de medición y evaluaciones, dentro de lo que pareciera una "cultura de evaluación de fracasos". Del resto, muy poco o casi nada, en cuanto a traspaso de lineamientos metodológicos concretos a los docentes, limitándose a decir sus voceros, que hay que centrarse más en las actividades dentro del aula, como si a eso no se le diera énfasis, desde hace décadas. No se aprecia una clara diferencia entre lo urgente y lo importante y cómo abordar ambos criterios en plazos determinados.
De parte de los estamentos universitarios, se tiene más que clara la situación, a través de diversos diagnósticos, pero sus recomendaciones, en general, carecen de un enfoque creativo, que permita revertir el estado actual. De lo leído recientemente en la prensa escrita, se insiste en enfatizar, por ejemplo que la reforma es socialmente injusta, frente a la realidad de los Colegios particulares y municipales y lo será, en tanto los docentes de éstos últimos estén mal remunerados, poco incentivados y peor preparados en su quehacer diario. Pero, aún cuando, se sabe que los factores de retardo son variados y complejos, el problema real de partida -algo que en general, no han enfatizado muchos entendidos- está en la aplicación de metodologías de enseñanza en el aula, pues existe un consenso casi generalizado que la situación de los malos resultados, no pasa por la falta de recursos. Como ejemplo de lo anterior y de un mal trabajo en los Colegios, se culpa a los textos escolares, en cuanto a calidad de contenidos, pero lo que verdaderamente debiera revisarse está en el enfoque metodológico de los mismos y eso es responsabilidad de docentes e investigadores, más que del Gobierno, que elige, bien o mal, entre las distintas ofertas existentes en el mercado. Pero donde desde nuestra perspectiva, está la raíz de los problemas de fondo de nuestra educación, es en la aplicación primera y errada de modelos, sistemas y metodologías de enseñanza en la lecto-escritura. Todo parte de ahí: no comprendemos los textos, porque nuestros niños, en general, más que leer -que implica finalmente comprender- se dedican y sólo son capaces de decodificar ciertas oraciones, debido a los actuales modelos en boga. Y especialmente, nuestros niños (también los adolescentes y adultos semianalfabetos) no comprenden porque se parte de enseñarles mal a leer y luego a escribir. Las fallas de fondo, son variadas y se centran en que al alumno no aprende bien a leer desde el principio, porque no se le inculca la verdadera fonética o sonidos de nuestro alfabeto, tal como los pronunciamos.
Bien sugería el científico francés Alfred Tomatis, que la base del desarrollo cognitivo está en saber escuchar ciertos sonidos. Lo anterior explica la pésima pronunciación y modulación de nuestro idioma. Se insiste en la instrucción de estos signos por su nombre y todos los modelos tradicionales vigentes en el país, son reiterativos en enseñar la lectura partiendo de palabras, frases o incluso de oraciones, para después "sacar" u obtener una letra de esas palabras, con lo cual, luego de numerosos ejercicios, el proceso lector se hace lento, tedioso y complejo para el alumno, comenzando a quedar disléxicos en el camino y las justificaciones de "promociones automáticas" que tanto daño han hecho al país y que explican nuestra lastimera situación en las evaluaciones de lectura comprensiva.
En general, se parte enseñando la lectura, al revés de los postulados de la ciencia: de lo complejo (palabras, frases) a lo simple (letras) y eso explica la confusión en cuanto a comprensión, el gasto de recursos innecesarios en trasladar disléxicos a escuelas "especiales" y el tiempo en esperar resultados. Se ha exagerado en la aplicación de criterios y sistemas "lingüísticos" y "psicolingüísticos", responsables, en parte, de los bajos niveles de lectura comprensiva y responsables -cuando se aplican- de la aparición de niños disléxicos, que necesitan ver, escuchar y aprender el sonido real de la letra aislada y no discriminarla dentro de una "mazamorra" de ellas, que es lo que lo confunde y le "gatilla" esta disfunción, que de hecho, bien tratada, es temporal. Se dan también casos de "tunantería psicolingüística", referente a la supuesta "inmadurez" diagnosticada de niños en edad pre-escolar, lo que constituye una muestra de cómo hoy en día, se parte confundiendo a muchos niños y a sus Padres, con enfoques y lineamientos errados. Y este punto de mala partida es comparable a la concepción de un mal diseño, donde toda actividad que se haga "a posteriori", marchará mal, porque el diseño no es bueno. Lo anterior explica también por qué los malos resultados en matemática, pues antes de lidiar con ellas se deben leer y comprender las instrucciones y leyes que la rigen. La escritura es otro desastre, puesto que no hay lineamientos claros respecto a privilegiar la escritura manuscrita, observándose al escribir, en nuestros adultos jóvenes, una mezcla de letras imprenta y manuscritas, sin estilos caligráficos definidos.
Hasta en tanto no enseñe a leer y escribir correctamente con metodologías renovadas y eficaces, todos los esfuerzos y acciones, tendrán un efecto cosmético y cualquier fomento planificado a la lectura será de poco impacto, si se mantienen los bajos niveles de comprensión e inferenciación, factores que deben atacarse desde el Primer Año Básico. De corregirse lo anterior, y sólo de este modo, podremos entrar en forma segura a la educación del mañana, que como planteaba Morton Grosser (1994), científico del MIT, en EE.UU., no debe consistir sólo en inyección de tecnologías, sino en viabilizar el acceso a ese tipo de conocimientos, no tanto entregando más cosas, sino "quitando barreras, que permitan descubrir habilidades" y enseñando a pensar creativamente a nuestros niños, estando convencidos quienes enseñan, que los que ellos lean, lo comprendan, como base para la construcción de nuevos y sólidos conocimientos.
http://www.aliciagonzalezopazo.cl/sl_articulo.htm
ANALISIS CRÍTICO DEL TEXTO
La educación en nuestro país tal como lo señala el texto aún tiene grandes brechas que no se pueden superar en comparación a otros paises, una de las posibles causas de este gran problema se da en la universidades donde la preparación de los docentes no es lo suficientemente rígida, muchos alumnos no asisten a clases que son cruciales para su formación docente generando un profundo vacío en sus conocimientos, además de existir con gran frecuencia una actitud de poca preocupación por las asignaturas, donde se deja todo para última hora o se consigue en cursos superiores. Pese a todo lo señalado tampoco se debe generalizar al respecto debido a que siempre hay excepciones, pero aún así estas causas nombradas con anterioridad afectan sin lugar a dudas en el desempeño profesional y por ende en los alumnos.
Por otra parte los alumnos presentan ciertas dificultades para comprender textos lo que dificulta el aprendizaje, en los primeros años los niños se dedican mas a decodificar que a entender lo que aparece en el libro cuando esto no debiera ser así, este es un gran error que se da con frecuencia en el aula y que debiera cambiar y abordarse desde los primeros años de escolaridad.
Para finalizar puedo decir que el nivel económico no debe influir en la calidad de los aprendizajes de los alumnos, debido a que todos son potencialmente capaces de llegar lejos. Los profesores deben ser innovadores y facilitadotes de aprendizajes sobre todo en el área de lenguaje que es crucial en la vida de los niños